miércoles, 7 de abril de 2010

Alojamiento en Japón: fácil para quedarse dos semanas, fácil para vivir un año, jodido para estar 3 meses

Sin entrar demasiado en el tema (da para mucho, os lo aseguro), y respondiendo a la pregunta que me hacen constantemente (¿Ya has encontrado piso?): ¡sí, ya tengo dónde quedarme en Kyoto!

Por lo que he estado viendo en mi búsqueda, el alojamiento en Japón no es caro, al menos ahora (muchos de los albergues y habitaciones de precio asequible son bastante recientes). En Kyoto es fácil encontrar un ryokan de buen aspecto, con desayuno e incluso baño en la habitación por unos 7000 円 (yenes). Está claro que yo he tenido que huir de estos alojamientos, puesto que para quedarme tres meses, aún con beca, resultan demasiado caros. Los hoteles también; pocos empiezan por debajo de los 5000 円.
La siguiente opción son los albergues, sobre unos 3000 円/noche, más o menos. ¿Por qué los descarté? Porque seguían siendo caros a largo plazo y por lo impersonal, tampoco me apetecía pasarme tres meses a mi bola en una microhabitación, que los gordonautas somos una especie animal con bastantes requerimientos de espacio.

Y supongo que os estaréis haciendo la pregunta del millón: ¿Por qué no alquilar un piso/habitación? Bueno, pues porque para un gaijin es misión imposible. En el supuesto de encontrar alguien dispuesto a alquilar, hay que estar físicamente en Japón (con lo cual, de todas formas, tienes que llevar algún alojamiento reservado para los primeros días), debe respaldarte un nativo (ecir, un japonés debe avalarte) y el coste es elevadísimo. Hay que pagar fianza, obviamente, pero también una cantidad similar como "soborno" o agradecimiento (ojo, es legal); a eso se le suma el alquiler y la posibilidad de que el piso no esté amueblado. Está claro que si uno se va a quedar más de seis meses la cosa compensa, tanto económicamente como por independencia; pero si sólo vas tres meses el coste final por mes de alquilar el apartamento es altísimo.

Entonces... ¿qué solución hay? Más aún cuando no puedes alojarte en las cercanías de alguna universidad (siempre hay residencias que son una buena opción) y tienes un presupuesto limitado. Pues las gaijin houses: los japoneses se han dado cuenta de lo complicado que es quedarse en su país una temporadita para un extranjero, y desde no hace mucho cuentan con estas casas, especialmente dirigidas a personas como yo. En mi caso, he escogido la Oisibashi House, que se encuentra muy cerca de la estación JR de Kyoto (requisito indispensable, ya que cada día tengo que coger el tren), y que ofrece alojamiento por habitaciones a partir de un mínimo de 15 días. No es especialmente barata (y menos con el cambio actual del yen), pero cumple todo lo que le pido: habitación no claustrofóbica, A/A, cocina, lavadora, sala de estar y bien situada. No es necesario ningún aval, no hay fianzas ni "sobornos" por medio (tan sólo te piden la tarjeta por si cancelas) y reservar es extremadamente fácil. Aquí podéis ver un vídeo promocional. Y ésta es mi habitación:



La pregunta es: ¿estará esa cama de aspecto endeble preparada para soportar el peso de un gordonauta occidental? Probablemente no, pero tampoco me preocupa en exceso: a una mala, futón y al suelo.

A la hora de escogerla, me ayudó Sam, un blogger al que escribí preguntándole por sus experiencias en esa casa al leer su blog (enlazo la entrada sobre la casa), y me contestó enseguida. Desde entonces nos hemos escrito unas cuantas veces y la verdad que me ha ayudado bastante en algunos aspectos prácticos. Thanks, Sam!

Así que después de todo ya tengo dónde quedarme. No difiere mucho de una habitación normal de estudiante con todo compartido, excepto por las normas (por ejemplo, no meter a más gente en tu habitación, cosa que espero no cumplir) y la facilidad para reservarlo.

¿Cabéis en el espacio entre la cama y la pared? Entonces estáis invitados a mi humilde morada ;)

1 comentario:

  1. "especialmente dirigidas a personas como yo" <-- amigo gordo sapiens, mucho me temo que realmente esto no sea así. Hay cifras que un japonés nunca entenderá. Estamos jugando con fuerzas que no logramos comprender.

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